Mejillones al vino blanco

Para una cena sencilla pero romántica, a mí me encanta preparar mejillones. Están listos en menos de 10 minutos, es algo que no comemos usualmente, y lo más importante, son deliciosos. Algunos dicen que incluso son afrodisíacos, pero ¡eso se los dejo a ustedes!
El secreto de unos buenos mejillones está en utilizar mejillones muy frescos, en no sobre-cocinarlos, y en el sabor que se le dé al caldo.
A mí me gusta acompañarlos con papitas fritas y unas rodajas de pan rústico para disfrutar con el caldito que queda al final. Una copa de vino blanco seco bien frío, y ¡voilá! Una cena irresistible y romántica para dos.
Mejillones al vino blanco
Para 4 personas
Ingredientes:
- 3 ½ cucharadas de mantequilla
- 1 echalota grande, picada finamente (puede sustituirse por una cebolla mediana)
- 1 diente de ajo, picado finamente
- 1 tasa de vino blanco
- 2 kilos de mejillones frescos, limpios y sin barba
- ¼ taza de crema de leche
- 1 cucharada de cebollín, cortado finamente
- Sal y pimienta al gusto
- 2 cucharadas de perejíl, cortado finamente
Preparación
- En una olla grande, calienta la mantequilla. Agrega la echalota y el ajo, y sofríe suavemente hasta que la cebolla esté traslúcida. Agrega el vino blanco y los mejillones. Tapa la olla y lleva a un hervor.
- De vez en cuando mueve la olla para que los mejillones se distribuyan bien en el líquido. Cocina por 3-5 minutos, justo hasta que los mejillones hayan abierto. (Si alguno no abre, descártalo)
- Agrega la crema de leche y el cebollín. Revuelve todo a fuego bajo hasta incorporar.
- Salpimienta a tu gusto. Agrega el perejil picadito justo antes de servir.
- Puedes servir los mejillones en la misma olla, o pasarlos a un plato hondo para servir con su caldo.